1ra. Juan 1:9 (Reyna Valera 1960)
“Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.”
A través del tiempo ha habido muchas falsas enseñanzas cuales han negado la realidad del pecado. Juan nos dice que si continuamos pecando no podemos afirmar que pertenecemos a Dios. Aquellos que afirman que no están en pecado o acusan a otros de estar en pecado sólo se engañan a sí mismos y niegan aceptar la realidad de que Él vino a perdonarnos y limpiarnos de todos nuestros pecados.
La verdadera confesión implica un compromiso de no seguir pecando. Si estamos planeando el cometer los mismos pecados otra vez no estamos genuinamente confesando nuestros pecados a Dios, todo lo que estamos buscando es el perdón temporal. Cuando confesamos nuestros pecados en oración fiel también debemos orar por fortaleza para vencer la tentación la próxima vez que la enfrentemos.
Cuando admitimos nuestros pecados y recibimos la limpieza de Cristo, nosotros estamos de acuerdo con Dios que nuestro pecado es pecado y que estamos dispuestos a abandonarlos, estamos garantizando que no ocultamos nuestros pecados de Él y por lo tanto de nosotros mismos, y reconocemos nuestra tendencia a pecar y a confiamos en su fuerza para vencer el pecado.
El sacrificio de Jesucristo transforma nuestras vidas y nuestros corazones y nos limpia el interior. Su sacrificio es infinitamente eficaz. Ninguna barrera de pecado o debilidad por nuestra parte puede sofocar su perdón, gracias a Él y a Él sea toda la gloria.
RAYED REDEMPTION MINISTRY
Euless, TX 76039
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