Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá. Mateo 7:7-8 (RVR1960)
La mayoría de nosotros creemos que cuando "clamamos" a Dios — es decir, le pedimos mediante la oración — siempre Oye las oraciones. Leemos en Mateo 7:7 “pide y se le dará a usted."
Dios ve, oye y sabe todo — incluyendo nuestras oraciones. Nada escapa a su atención. ¿Por qué entonces a veces nos sentimos como si Dios no escuchara el pedir de su pueblo.
Es posible que algunas personas saboteen sus propias oraciones. La Biblia menciona varias actitudes y acciones que pueden influir en la respuesta a nuestras oraciones: el pecado (ver Salmos 66: 18; Isaias 59; Jereremias 14:10 – 12), la desobediencia (véase Pedro 28:9),la hipocresía y falta de sinceridad (véase Isaias 29: 13; Malaquias 1:7 – 9), motivos equivocados (véase Mateo 6:5 – 6; Lucas 18:11 – 14; Santiago 4:3), y la falta de fe (Hebreos 11:6; Jas 1:6).
Finalmente, lo que a veces parecen no ser respuesta a la oración puede ser en realidad una tardía respuesta (véase Daniel 10:12 – 13). Otras veces Dios puede negar nuestra solicitud para darnos algo mejor de lo que habíamos pedido.
Si alguna vez has tenido la experiencia de orar por algo y no recibir ninguna respuesta clara, es natural que te preguntares si Dios escuchó la oración en primer lugar. ¿Ignoraría la oración? ¿Pudiera el silencio de Dios ser tomado como una respuesta de "No"?
Los mencionados pasajes bíblicos nos otorgan cierta respuesta a nuestros pensamientos y motivaciones para discernir si vamos a Dios en oración con el corazón recto. Y cuando nos acercamos a Dios con fervor, podemos descansar confiadamente en esta promesa: "la oración de la persona justa es poderosa en lo que se puede lograr".
RAYED REDEMPTION MINISTRY
Euless, TX 76039
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