Lucas 4:3
Satanás intento manipular a Jesús en el desierto, así como manipula a mucho de nosotros hoy en día, Jesús nos demuestra que debemos de mantenernos firmes en nuestras creencias, nuestra fe, y nuestro conocimiento que sin duda podemos confrontar la tentación con la fuerza que Dios nos ha dado. En este versículo podemos ver las tres maneras por cuales Satanás trato de tentar a Jesús;
1. Duda: “Si eres el Hijo de Dios,” fíjese que Satanás intenta de crear duda en nosotros, a dudar que Jesús es el Hijo de Dios, tanto como lo intento con Jesús. Satanás siembra esta semilla sabiendo que si dudamos que Jesús es Dios se le haría más fácil el llevarnos a hacer lo que él quiere. Durante estos momentos de tentación es donde podemos asesorarnos de nuestras creencias, fuerza y nuestra fe, también estos pueden ser momentos muy peligrosos. Si sedemos a la duda llegaríamos a ser muy susceptible a la tentación. Cuando buscas respuestas siempre protégete, meditando en la inmutable verdad de la Palabra de Dios.
2. Tentación: “di a esta piedra que se convierta en pan,” Satanás sabía que Jesús podía convertir la piedra en pan al igual que Jesús. El Jesús ser tentado a convertir la piedra no es pecado en sí, convertir la piedra en pan no hubiera sido necesariamente ser pecado. El pecado no hubiese sido la acción de convertir la piedra en pan, no el pecado hubiese sido el motivo detrás de la acción. Satanás estaba tratando de que Jesús tomara un camino más corto para resolver la situación inmediata de sentir hambre por haber pasado aquellos 40 días a costo de Sus metas a la larga, al costo de su disciplina. De esa manera trabaja Satanás, persuadiéndonos a tomar acciones, aunque sean acciones correctas, por razones erróneas, en la hora errónea. Muchos tratamos de satisfacer nuestros deseos afuera de la voluntad de Dios, o de su impecable hora. ¿Por qué no pedir al Espíritu Santo que nos guie en nuestras decisiones? ¿O permitiremos a Satanás que nos desvie?
3. Fuerza: Muchas veces el Diablo nos tienta a través de nuestras fuerzas en vez de nuestras debilidades. El trato de tentar a Jesús con uno de sus poderes, el poder de poder convertir piedras en pan, el poder sobre todos los reínos del mundo y de los ángeles. Satanás quería que Jesús usara ese poder sin pensar en su misión. Cuando nos rendimos al diablo y usamos nuestras fuerzas erróneamente, nos convertimos en orgullosos y dependiente solamente de nosotros mismos, dependemos de nuestra propia fuerza en vez de depender de Dios. Debemos evadir esta trampa reconociendo que toda nuestras fuerzas son dones de Dios a nosotros, y debemos dedicar esas fuerzas a Su servicio.
Si el diablo intento tentar a Jesús sabiendo bien claro que Él era el Hijo de Dios, imagínese lo que enfrentamos nosotros día a día, sabemos que Jesús es el Camino, dejémosle que nos demuestre el Camino y sigamos Su ejemplo cual El mostro para ser visto y seguido por toda la humanidad.
Ministerio Rayed Redemption
Euless, TX 76039
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