Un ataque espiritual es una serie de eventos coordinados por el mundo demoniaco, con el fin de hacer al creyente abortar las promesas de Dios y disminuir o cancelar totalmente la fe, oprimiendo al creyente mientras trata de sacarlo de la trayectoria con fin de que no llegue a su destino, como diseñado por Dios.
Pablo nos recuerda en 2 Corintios 2:11 “que Satanás no saque ventaja de nosotros ya que conocemos bien sus intenciones.” La Biblia nos dice que el enemigo conoce todas las estrategias y las usa contra los seres humanos.
EL ENEMIGO IMPULSA FUERTEMENTE PARA SACARNOS DEL PROPÓSITO QUE DIOS TIENE PARA NOSOTROS
Todos nacimos con un propósito único creado por Dios.
Así como Dios creó un propósito para cada uno de nosotros, Él también nos dio regalos y gracias únicas, para cumplir con ese plan.
Cuando estamos viviendo el llamado, vamos a prosperar en diversas áreas: recibiendo la bendición de recursos en el área en que Dios nos ha llamado.
La mayor parte del tiempo nos sentiríamos satisfechos realizando y viviendo el destino.
Pero el enemigo también tiene un plan para cada uno de nosotros y odia cuando un creyente audazmente realiza su propósito y plan.
Él hace todo lo que puede para que los cristiano nos alejemos de nuestro destino diseñado por Dios.
Durante un ataque el nos ataca con pensamientos y deseos de renunciar y abandonar nuestro puesto.
Este es uno de los mayores propósitos detrás de los ataques espirituales.
Ptr. David Barberis
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