“Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo.”
Seamos como Pablo quien no andaba dándose en el pecho o mostrando que era el mejor discípulo de Jesús, Pablo no entraba en ese juego. Aunque el tenia muy buena educación religiosa y un linaje judío impresiónate, prefería mejor reconocer sus debilidades en las cuales Dios había triunfado sobre sus limitaciones.Tengamos cuidado al examinar y determinar la validez en el ministerio de alguien basado en su curriculo. Mejor miremos donde ha triunfado la gracia de Dios.